El liquen planopilar es un tipo de alopecia autoinmune que aparece principalmente en mujeres adultas, aunque también aparece en hombres.
El sistema inmunológico ataca a la raíz del cabello y lo destruye de forma permanente, dejando una cicatriz.
El motivo por el que aparece el liquen planopilar es desconocido.
El liquen planopilar puede producir síntomas locales en forma de picor más o menos localizado, e incluso puede llegar a producir sensibilidad del cuero cabelludo o dolor.
Al mismo tiempo el cuero cabelludo suele tener un aspecto enrojecido, con cierta inflamación local.
La duración de la enfermedad es indeterminada. Generalmente dura años, alterna períodos asintomáticos y sin destrucción de cabello, y otros períodos con inflamación y molestias donde se destruye el cabello.
Para poder diagnosticar la enfermedad es necesario realizar una exploración médica del cuero cabelludo por un dermatólogo con experiencia en tricología. No es raro confundir el liquen planopilar con otras enfermedades menos graves, como una alopecia androgénica común o incluso un efluvio telógeno.
La tricoscopia digital es esencial para poder detectar los signos sugestivos del liquen planopilar, como la hiperqueratosis peripilar (una descamación que aparece alrededor de la raíz del cabello) y las áreas con cicatrices milimétricas.
En muchos casos se realiza una biopsia cutánea para confirmar el diagnóstico.
Es importante controlar los períodos de inflamación de la enfermedad con un tratamiento médico que controle la destrucción del cabello. Si la enfermedad está estable se proponen tratamientos o cuidados básicos que mantengan esta situación todo el tiempo posible.
Los tratamientos más frecuentes son: